Un contenido dedicado a la programación, la robótica y la electrónica dirigido a chicos de 9 a 14 años.
Para garantizar el mejor desarrollo de la actividad limitamos la asistencia a un máximo seis participantes por grupo.
Aprenderemos a programar con Scratch, un lenguaje visual basado en bloques que permite programar mezclando código con imágenes y sonidos. Expresaremos qué queremos hacer sin apenas teclear, lo que al contrario de otros lenguajes posibilita crear programas sin tener que respetar un conjunto de normas sintácticas y gramaticales predefinido. Con Scratch aprender programación mientras creamos videojuegos, animaciones y proyectos artísticos. Es una herramienta didáctica muy valorada ya que puede ser utilizada tanto por los recién llegados a la programación para aprender de una forma sencilla y gratificante como por los más experimentados, quienes pueden emplearla para desarrollar proyectos más avanzados.
Como herramienta, Scratch presenta un entorno ideal para expresar la creatividad de los niños. Además la problemática que incluyen los proyectos que realizamos con Scratch como es la creación de un videojuego es un ejercicio constante de análisis de problemas y una oportunidad para poner en práctica muchos conceptos matemáticos, tanto simples (plano de coordenadas, operaciones lógicas) como más complejos (cálculo trigonométrico, simulación de movimientos acelerados, rebotes...).
En cuanto a la robótica y a la electrónica programable utilizaremos placas BBC Micro:bit - con características similares a Arduino pero mejor adaptadas a estas edades - kits de robótica Lego Mindstorms, placas y otras herramientas didácticas. Con ellas extenderemos la programación al mundo físico mientras construimos distintos ingenios.
Porque la robótica es una ciencia multidisciplinar y queremos subrayar la importancia de la programación y de la electrónica como ciencias independientes. No es posible enfrentarse a la robótica sin tener conocimientos de programación. Y porque todas estas áreas son pilares fundamentales en nuestra sociedad. Cada vez son más relevantes tanto en el mundo laboral como en nuestra vida cotidiana. Son ciencias estrechamente relacionas y en función del proyecto podemos tratarlas tanto de forma conjunta como independientemente.
Aprender los conceptos fundamentales de la programación, sus instrucciones y estructuras básicas: variables, condicionales, bucles, funciones, mensajes, etc. Desarrollar la capacidad lógica, el análisis de problemas y la imaginación. Conocer los principios básicos de la programación y de la electrónica mientras los ponemos en práctica utilizando sensores, actuadores y otros componentes. Experimentar constantemente con lo aprendido creando juegos y otros proyectos.
Chicos de 9 a 14 años. Para chicos de 8 años en general es más adecuada la actividad PR1, pero en función de su perfil y nivel de conocimientos en programación, podrían considerar PR2.
No es necesario ningún conocimiento previo.
La actividad tiene un precio de 65€ mensuales (una sesión semanal de una hora y media). Garantizamos un máximo de 6 participantes por grupo, la matrícula anual es gratuita y todo el material necesario está disponible en nuestras instalaciones sin ningún coste adicional. Ofrecemos descuentos para familias numerosas y hermanos de alumnos.
Todo el material necesario está disponible en nuestras instalaciones en cantidad suficiente para ofrecer el mejor ratio por participante y sin coste adicional (ordenadores, kits de robótica, placas con microcontroladores, material de electrónica, etc).
Acompañando al calendario escolar comenzamos el primer día laborable de octubre y acabamos a finales de junio. El contenido está distribuido a través de una sesión semanal de una hora y media de duración.
Ofrecemos las siguientes opciones:
El curso tiene un enfoque muy práctico, optando por un aprendizaje basado en proyectos. En ocasiones realizamos una breve explicación para presentar nuevos conceptos, aunque gran parte de los mismos se introducen mientras los asistentes se enfrentan a los retos que se proponen. Esto permite maximizar el tiempo disponible para experimentar con lo aprendido, desarrollar nuestras propias soluciones, proponer cambios y valorar los beneficios e inconvenientes que conlleva optar por distintas alternativas. Así nos adaptamos mejor al ritmo de cada asistente y se fomenta que sean ellos mismos quienes decidan cómo solucionar los problemas que se presentan. Durante las actividades los chicos colaboran compartiendo y comparando los distintos enfoques que han adoptado para resolver los problemas a los que se enfrentan.